jueves, 11 de abril de 2013

EL MISTERIO DE LA BAÑERA

EL MISTERIO DE LA BAÑERA






El otro día un muy buen amigo, que es muy razonable y para nada machista ni superficial, me hizo cuestionarme sobre un aspecto muy interesante de la vida que quisiera compartir con ustedes. Me refiero al sexo consensual y sus ambigüedades.

La historia es ésta:



Mi amigo me contó que había llevado a cenar a una amiga a las pizzas, que de verdad, para  nada tenía la intención de tener sexo con ella cuando la invitó a salir,en realidad tenía ganas de verla y así se lo hizo saber a su amiga. Yo creo en su sinceridad,  pues él es una persona que comprende más que nadie de las relaciones humanas, pues siendo doctor, su trato y comprensión hacia sus pacientes, subordinados, colegas, etc. es casi tan importante como su profesión misma. 



Dice que mientras iba avanzando la noche, a él se le antojó meterse en una bañera y relajarse un buen rato, pues el pobre estaba muy cansado y estresado de tanto trabajo, tantos hígados destrozados (no, no me equivoqué queriendo decir riñones, me refiero tantos corajes que hace el pobre en su trabajo).



Pero resulta que se enfrentó al primer obstáculo de la noche: en su casa no tenía bañera y aparte le daba flojera ir a dejar a su cita hasta su casa, luego regresar a buscar un cuarto de hotel con bañera... Era mucha pérdida de tiempo, la verdad, así que, tan generoso y espléndido como es, se le ocurrió invitar a compartir ese momento de relajación con la mujer que lo acompañaba y le propuso ir a buscar un cuarto con bañera a algún hotel.





Sonaba razonable la idea, pues ella también se veía muy cansada, de hecho me comentó que se le cerraban los ojos de tanto cansancio que tenía, pues llevaba ella algunos días sin dormir bien porque en esos días a su bebé (es mami soltera) le daba por despertarse muy seguido en la madrugada y durar despierto por horas, queriendo jugar.


El caso es que, me comenta mi amigo que su acompañante le dijo que no quería ir. Él le explicó que no tenía nada de malo, pues se trataba dos adultos que si no querían, no tenían por qué terminar teniendo sexo, o sea, nadie iba a obligar a nadie, ¿o sí? Ja,ja,ja, claro que no...

Ella sonrió tímidamente ante su convincente e irrefutable argumento, sin embargo se volvió a negar.



Mi amigo pagó la cuenta y salieron del restaurante donde habían cenado pizza, que él mismo pidió por cierto porque su amiga, tengo entendido por lo que me cuenta él, no hubiera sabido qué ordenar, deducción que hace basándose en que ella usa ropa "muy pobrecita", muchas "garritas", según me cuenta mi amigo, quien por cierto es muy elegante, compra su ropa en Macy's y tiene porte europeo, todo un galanazo. 

El caso es que decidió no hacerla sentir mal y ordenó por ella,  para no hacerla pasar vergüenzas. Yo soy mujer y sé que esa es una de las actitudes más sexis en un hombre, segura estoy de que su compañera ya con ese detalle se moría por besarlo.



Perdón, me perdí, estaba con  lo de la negativa de ella. Resulta que mi amigo pensó sabiamente que tal vez su acompañante se había negado a ir a buscar una bañera por penosilla. 

-A lo mejor -pensó él- le da vergüenza meterse en una bañera conmigo.
  
Entonces, dice mi amigo que una vez estando ambos dentro del coche, para hacerla sentirse cómoda le comenzó a manosear las piernas por debajo del vestido. Dice que al principio ella opuso resistencia, trató de quitarle las manos pero él se puso firme en su decisión de hacerla sentir en confianza y le siguió metiendo mano a la fuerza... Ella decidió dejar de forecejear y, ya que su rostro reflejaba algo de molestia (sólo un poquitín y seguramente fingida), trató de calmarla  con algunas frases románticas.



Le dijo: "mMMMmm, qué suavecitas tienes las piernas"



Luego, a mi amgio le entró la genuina duda  de  saber si ella se rasuraba las piernas o las tenía lampiñas de forma natural... así que aprovechó la ocasión para resolver aquella incógnita y de paso, ¡quién sabe! sería antesala para una noche de pasión... 

-MmmMMmmm, ¿Te rasuras las piernas? -preguntó.

Ella le contestó con tono de enfado que era obvio que sí, mientras que a él le asaltó ahora la duda de saber si su amiga se rasuraba "tooooodo"... ¡Normal! ¡¿a qué hombre maduro y experimentado no le carcomen ese tipo de cuestiones de corte intelectual?!... 

A pesar de que ya antes habían tenido intimidad, la verdad mi amigo es de esos hombres que de tantas mujeres que andan de "ofrecidas" (según sus propias palabras), pues ni se acuerda cuál de todas grita más fuerte, cuál es la que usa tangas y cuál es la que usa cacheteros, con quién estuvo dos semanas atrás, ni si eyaculó o no, etc., cosa normal en un hombre con tanta energía sexual y tantas mujeres que se le ofrecen...



El caso es que decidió salir de dudas y la cuestionó: 

-¿Y te rasuras toditito? MmmmMMMMMm.



Dice mi amigo, quien como ya mencioné es todo un don juan y sabe bien lo que hace, que esa conversación tan sexy, romántica, exquisita y sofisticada ya le había funcionado en otras ocasiones  para endulzarle el oido a las damiselas, inclusive así fue como procreo descendencia pues tanto romanticismo no puede fallar...*Wink wink*



Bueno, ella no parecía estar muy cómoda con esas preguntas (qué raro). Mi amigo pensó que tal vez porque la ponía muy nerviosa con su sola presencia, ése efecto suele tener él en las mujeres, confieso que en mí también, sobre todo cuando me platica que es un padre responsable que le pasa 4,000 pesos de pensión a la madre de su hija a pesar de que ni siquiera son pareja (mi amigo platica con muuuuucho dolor sobre su soltería,lo mucho que lo atosiga la madre de su única hija queriendo regresar con él, boicoteándole sus nuevas relaciones y exigiéndole cantidades muy grandes de dinero, pobrecito de mi amigo, cómo lo hace sufrir esa malvada...), que hasta le compra zapatillas de marca que se "le pegan" a la señora cuando van juntos a comprar ropa para su hijita a Liverpool, que le paga las vacaciones y hasta le da el sueldo que pierde cuando salen juntos, Woooow! De sólo saber que existen hombres taaan morales y responsables como él, no sé, la verdad me enamoro de él con sólo escucharlo. Y no me quiero imaginar cuánto le pasaría de mensualidad a la madre de su hijo si fueran pareja woooow, pues dice que gana 50 000 al mes woooow. Porque si fueran pareja, aún sin estar casados legalmente, por el simple compromiso de familia que tendría con ella, lo lógico sería que le diera al menos quince mil pesos, pues gana 50 mil sólo en la consulta privada, aparte lo que gana en su trabajo como médico en el Seguro Social. Pero, obio, no son pareja..... ¿0k? Mi amigo sería incapaz de negarla tan sólo para conseguir meter mujeres a su cama mediante engaños. Aparte es taaan responsable que para nada tiene otra hija que nació tan sólo un año después que su primera hija... y sobre todo jamás, pero jamás lo han demandado por pensión alimenticia...lo cual habla muy bien de su responsabilidad como padre y como ser humano... ¿qué no?... Woooow, ése sí que es un hombre de verdad...


En fin, prosigo con la historia. Estaba yo en que el carro avanzaba con mi amigo al volante, ambos (mi amigo y su amiga) discutiendo sobre temas muy candentes (pero finos, claro), elegidos ad-hoc por mi amigo, como  por ejemplo el vello corporal femenino.


Pero mi amigo decidió cambiar su plática sensual por otra más casual, había que cambiar la táctica para calmar los nervios de esa mujer, pues al parecer no estaba acostumbrada a tanto erotismo y masculinidad, era un manojo de nervios la pobre... según describe mi amigo.
En lo que iban platicando, sin querer, sin darse cuenta debido a que venia muy entretenido con la plática, el muy despistado de mi amigo agarró carretera hacia otra ciudad. 

Ella le se dio cuenta y le preguntó que si a dónde la llevaba, que si acaso se dirigían a la ciudad vecina del sur, que queda a 40 minutos. Él ignoró su pregunta y mejor la puso al tanto de que que las carreteras estaban siendo reparadas y que estaban requete peligrosas.

En eso pasó algo muy chusco y jocoso que seguramente habrá matado de risa a su acompañante tanto como a él: debido a la índole  tan interesante de la conversación,   no se dio cuenta el muy atolondrado de que llevaban ya quince minutos viajando por carretera,  cuando de repente pasó por donde estaba un motel, precisametne de esos de carretera... ¡Plop! Pero qué coincidencia!!!
Se le ocurrió a mi amigocho que, ya que estaban ahí, podrían llegar a preguntar si había cuartos con bañera para que pudieran meterse juntos a relajarse, él sabía que era una excelente idea  a pesar de lo que dijera u opinara su acompañante, e inclusive si su amiga no tenía muchas ganas, él tenía la certeza de que en cuanto viera la bañera pues dejaría de ser tan remilgosa.
Cuando su amiga vio que se detuvo enfrente del motel, le volvió a decir que no quería. Entonces mi amigo le dijo "¡Ay! Si ya estamos aquí, por lo menos déjame preguntar si hay bañera" 

Y claro que mi amigo tenía razón, pues ya habían viajado sin querer quince minutos por carretera... y habían pasado casualmente por enfrente de aquel motel. No entrar a preguntar si tenían cuartos con bañera  hubiese sido un error...
Además, ojo, hasta ese momento su amiga tenía varias opciones, como saltar del carro en movimiento o intentar girar el volante para provocar un accidente, luego salir corriendo y pedir ayuda para regresarse a su casa... Pero...¡¡qué casualidad que no hizo nada!! Además, cuando mi amigo ignoró la pregunta de ella en relación al lugar a donde se dirigían, ella debió suponer que su silencio significaba que su opinión de mujer vale un reverendo cacahuate, que el lugar a donde iban no era asunto de ella, y si no estaba de acuerdo con eso, saltar del carro, como ya propuse. 
Así es que mi amigo, con justa razón, entró al motel, ignorando la absurda negativa de su compañera, luego le preguntó al muchacho de la entrada que si había cuartos con bañera pero, ¡¡¡no había!!!

Mi amigo, considerado como es, pensó la decepción que dicha respuesta había causado en su amiga en turno, ergo, sería buena idea que su compañera conociera el cuarto de un motel, como premio de consolación, algo así como una patoaventura. Entonces le propuso: "vamos a entrar para que conozcas cómo es un motel". Sin esperar respuesta, metió su carro y cerró la cortina.

Hasta ahí todo iba bien, pues si su compañera no salía gritando como loca que la habían llevado ahí a la fuerza, o si no se iba corriendo hasta la carretera a esperar taxi, eso quería decir sin duda alguna que estaba conforme y de acuerdo con entrar en el cuarto de motel...

Y vaya que mi amigo tiene razón, pues si ella no quería entrar ahí, nada le costaba llamarle a alguien, tal vez a una amiga, tal vez a su madre. No tiene nada de vergonzoso decirle a tu propia madre: "ven por mí a este motelucho de carretera", sobre todo cuando ella avisó que iba a cenar con un amigo, tooodo mundo sabe que después de la cena con un amigo es normalísimo terminar en un motelucho de carretera... ¡duh!

No hay nada de qué avergonzarse ni qué temer al estar a media noche en la carretera, sin celular y sin dinero, esperando que sea tu madre o tu amiga quien llegue por ti antes que lo haga un loco maniático... bueno...otro loco maniático.
Además, ¿por qué no le ordenó a mi amigo que la llevara a su casa? Según mi amigo, decirle que no quería estar ahí y tener cara de enojada era muuuy diferente a decirle claramente "llévame a mi casa". Amigas, entiendan que los hombres no saben leer la mente, ¡o seaaaa! De hecho él sospechaba ya que ella se estaba haciendo la difícil y yo estoy de acuerdo con él.
Él, mi amigo, no tenía intenciones concupiscentes antes, pero en ese momento, ya estando en el motel, ya habiéndose estacionado... pues mi amigo me confesó que como que sí le dieron ganitas y pues, es hombre y se comprende, y creo que su amiga debio de entenderlo también y ponerse flojita  y cooperando.
Pero no, ni siquiera se quería bajar del carro por más que la jaloneaba, así que él le dijo que le prometía que no habría penetración, que harían otro tipo de cosas. Después de todo, mi amigo no entendía cuál era el problema si antes ya la había penetrado, de hecho dos meses atrás había sido la última vez que ellos habían tenido relaciones sexuales. Fue en una ocasión cuando él inocentemente y como el altruista que es, le ofreció trabajo de recepcionista en su oficina durante una semana.

Esa vez, por cierto, si me permiten hacer un paréntesis, él estaba desesperado porque su secretaria se habia ido a un encuentro religioso (cristiano) a la ciudad de Guadalajara. Lo extraño fue que él le había dado permiso cuando apenas tres días atrás la había despedido por comer pizza con sus amigas dentro del consultorio, la muy desvergonzada, pero la enfermera le lloró para que la perdonara por comer pizza con sus amigas y él, como tiene corazón de pollito (me consta...), entonces la volvió a contratar.


El asunto de las pizzas (de haberse quedado sin secretaria) se lo comentó a su amiga en su momento, en un intento por que ella, que necesitaba trabajo, se ofreciera a tomar el lugar de la enfermera. Era una excelente idea de parte de mi amigo pero por alguna extraña razón la rara de su amiga no se ofreció para tomar el puesto. Dice mi amigo que en valde fueron las indirectas, pues ella le reclamaba algo así como que era un aprovechado y que no quería estar cerca de él.

El caso es que, según la versión de mi amigo, la secretaria, tres días después de llorarle para que le regresara el trabajo y habiendo sido perdonada y recontratada por mi amigo a quien apodan "el corazoncito de pollo", tiene la osadía de pedirle permiso para salir una semana fuera de la ciudad!!! a un encuentro religioso!!!


O sea, no, no vaya usted a creer, amigo lector, que fue un invento de mi amigo esa historia tan ridícula, si así es de descarada la gente.

 

No vaya usted a creer que mi amigo se había mudado de consultorio, del segundo al primer piso, y que iba a tener las llaves del consultorio desocupado (pero amueblado) durante dos semanas (o cualquier cantidad de tiempo) y que se le ocurrió la astuta idea de verle la cara a esa mujer, diciéndole que la necesitaba para trabajar cuando en realidad lo que quería era tenerla disponible para tener sexo en el consultorio a base de engaños, mientras la enfermera que supuestamente había sido despedida, recontratada, y que supuestamente se encontraba fuera de la ciudad, en realidad se encontraba trabajando, como siempre, pero ahora en el nuevo consultorio. Como el edificio es el mismo pero las entradas para una planta y para la otra (planta alta y planta baja) son distintas, su tonta amiga ni cuenta se hubiera dado. Pero mi amigo no es de los que se las gasta así,nooOOoo. Yo lo conozco y no es capaz...

No, mi amigo no es así, para nada. Así que ante su insistencia, su amiga aceptó ir a la oficina a sustituir a la secretaria ausente por su supuesto viaje a Guadalajara, pero desde el primer día él rompió su promesa de no acercarse a ella y seducirla para tener sexo... pobre mi amigo, si él sólo quería complacerla y demostrarle lo buen amante que es...

Ella, en lugar de agradecérselo, salió con su drama de siempre, esa tontería de sentirse traicionada, usada, y no regresó al día siguiente, la muy malagradecida,  sólo fue a regresarle las llaves, se las dejó en el consultorio de enfrente y por cierto desaprovechó ganarse 700 pesotes que según él le paga a su secretaria tan sólo por estar tres horas/4 días a la semana.
Ahora puedo retomar mi historia, pues desde ese día en el consultorio, habían pasado ya dos meses. Ahora él le había dicho que tenía ganas de verla, ella había aceptado salir con él, la había invitado al cine, pero terminaron cenando pizza,  y de repente se encontraban, por un mero accidente del destino, tal vez porque diosito así lo quiso, en un motel de carretera.
Pero, nos encontramos -en sentido figurado, claro- dentro del carro estacionado afuera del cuarto de motel, mi amigo parado a un lado de la puerta ya abierta del copiloto y jalando hacia afuera a su amiga, que seguía sentada; cuando no, él en cuclillas tratando de convencerla con besos en la boca para que entrara al cuarto. Mi amigo se cansa y le dice finalmente que le promete que no habrá penetración para que ella acepte  entrar al cuarto, y acepta.

Cuando ya estaban adentro se besan por tres segundos, él la echa en  la cama, le alza el vestido y le intenta quitar la ropa de la cintura para abajo pues él, mi amigo, es una persona muy apasionada , y como ya tenía una erección se sentía listo para tener sexo, y supuso que su amiga también, no sólo lo supuso, estaba seguro de ello porque esa mujer estaba loca por él, ella misma le decía cuánto lo deseaba. Además, como mi amigo es un experto en el arte del amor, sabe que una mujer no necesita más que ver una erección para volverse loca de deseo... así como en las películas porno...

Cabe también mencionar que ella le había reclamado meses antes, la muy indecente, cosas que él pasaba por alto en las relaciones íntimas como caricias sin violencia, besos en el cuello, cosas que todas las mujeres sabemos que son cursilerías que apenas se ven en las películas de Hollywood y que distorsionan la realidad, envían un mensaje erróneo de lo que nos excita a nosotras las mujeres, logrando confundir a uno que otro zopenco, pero no a mi amigo, no con su larga experiencia con las mujeres...

Bueno, al fin que mi amigo dejó a su amiga seguir soñando con esas cursilerías y seguirlas deseando, puesto ese tipo de peticiones especiales que salen de lo común, necesitan tiempo, y ahora no lo había, lo único que importaba era él, ya que necesitaba urgentemente donde desahogar tanto estrés acumulado en la semana, no, en meses mejor dicho, pues hacía casi dos meses que ellos dos no se veían, precisamente por aquel drama de ella, el panchote que le hizo porque según ella se sentía usada y frustrada sexualmente, le decía que no le gustaba la rudeza y egoismo con la que la trataba durante el sexo.
"Relajación en la bañera": interpretación gráfica de dicho concepto hecha por mi amigo, el doctor.

Como ella seguía forcejeando, él le dice con una voz sensual y mirada sexy, coqueta y retadora "Me encaaanta que te hagas la difícil". 

¡Claro! Mi amigo, tan experimientado en las artes del amor,  había captado su jueguito enseguida y decidió complacerla con esa fantasía tan recurrente en ella de ser forzada... ¡Ah!, digo recurrente porque ya se había puesto en el plan de "no quiero, no quiero" con él. Él ya la conocía cómo era de mentirosilla, pues siempre terminaba accediento después de un beso y un buen rato de forcejeos...










Logró quitarle la ropa de la cintura para abajo.  Le dejó puesto el vestido, pues aquello se trataba de una noche salvaje, no era necesario quitárselo, le iba a encantar.


Le abrió las piernas, puso enmedio su torso para evitar que las cerrara ........ y le comenzó a hacer sexo oral con mucha fricción, así como nos gusta a las mujeres, con mucho dolor pues ya es sabido, especialmente por los doctores, que el clítoris es una parte insensible del cuerpo femenino, un adorno sin terminaciones nerviosas ni propósito biológico o reporductivo conocido, algo así como el apéndice. 


De paso le dejó saber que era exactamente así como se imaginaba él esa noche apasionada:   

-"Justo así me lo imaginaba" -le dijo él, muy romántico, modulando su voz para tornarla muy sensual.

Luego ella le pidió que por favor al menos apagara las luces.


Él así lo hizo, luego se quitó la ropa, luego se volvió a acercar a ella y la penetró con los dedos  al estilo película porno hasta sentirla húmeda, luego acercó su pene, ella pensó que la iba a penetrar, se asustó, le gritó "¡No! ¡Tú me prometiste que no...! y puso su mano en la entrada de la vagina (recuerden que no podía cerrar las piernas pues él estaba entre ellas), pero él igual terminó de acercarse y frotó su pene contra sus labios mayores. !Ay!, era todo lo que quería mi amigo, pero ella tan paranóica se había asustado pensando que él iba a faltar a su palabra, cosa que mi amigo es incapaz de hacer...


Mientras ella se quedaba observando las caras de mi amigo y seguía con la mano en la entrada de la vagina, entendió que él sólo se iba a frotar y se quiso relajar, quitó la mano, se quedó observándolo. En eso mi amigo, especialista en el lenguaje corporal femenino, pudo ver que ella estaba deseosa de que la penetrara... Entonces se dejó ir. A ella le dolió al parecer o probablemente lo fingió... mi amigo no entendía por qué no estaba ella disfrutando tanto como él y acá entre nos tampoco lo entiendo yo.


Entonces ella comenzó a decirle que le dolía, él no le hacía caso así que ella comenzó a gritarlo cada vez más y más fuerte hasta que mi amigo, molesto -con justa razón...-, se salió de ella diciendo que estaba cansado de esos jueguitos...


Se levantó, prendió la luz, se puso la ropa, su reloj, luego se acostó en la cama y prendió la tele. Puso una película porno pero pues como que ella no estaba de ánimos para eso, le dijo que la quitara y puso el fútbol... esperando un rato a ver si ella se animaba, a lo mejor al verlo recostadito así, tan lindo, tan sexy, con su carita de "yo no fui", cambiaba de opinión.


Pero ella le preguntó la hora, como insinuando que  ya se quería ir. Mi amigo vio su reloj y le preguntó precisamente eso, si ya se quería ir... él no estaba muy seguro evidentemente, pues hasta ese momento ella sólo había dado señales de desear sexo con él hasta el delirio... así que mejor se lo preguntó directamente, digo, para no malinterpretar...


Su amiga le contesta que se quiere ir, pero él queda nuevamente confundido con la respuesta taaan ambigua, ese "sí" taaan confuso...  entonces se acerca a ella con la intención de besarla, ella lo rechaza, él se molesta, se pone de pie, recoge sus llaves y su cartera, se dirige a la puerta, ella lo sigue (con temor pues lo veía tan enojado que tenía el temor de que la dejara abandonada en ese motel, yéndose furibundo, pero mi amigo es in-ca-paz de sobajar a una mujer...) y en eso él se da media vuelta y se avalanza sobre ella para intentar besarla nuevamente y a la vez la va empujando hacia la cama otra vez.


Ella le vuelve a decir que no quiere, es decir, insiste en hacerce la difícil la muy mustia y comienza el forcejeo nuevamente. Ella le reclama que nunca es claro con ella y él la avienta en la cama, otra vez un poco más de forcejeo, otra vez la ropa fuera, otra vez una penetración, otra vez ella finge que le duele (¿qué mujer no disfruta de una penetración a la fuerza y sin lubricación?), otra vez él se tiene que salir de ella por sus gritos de dolor fingidos y nuevamente ambos enojados en la cama.

Él le dice que él así es, que es un patán en el sexo y sacó por conclusión que esa mujer lo que quería era amarrarlo con una relación formal...  por eso se "hacía la difícil"...


Entonces volvió él a hacer la finta de irse, se acercaron a la puerta y por tercera vez él se avalanzó sobre ella.


Otra vez lo rechazó pero ahora duró menos el forcejeo, él le volvió a dar ese sexo oral que sólo él sabe dar...... tan bien hecho, tan delicado y preciso, Después de cinco segundos de volverla loca de placer con su lengua, se retiró, se echó en la cama de espaldas, quiso que
ella le hiciera sexo oral pero no quiso por razones que mi amigo no me quiso decir, tal vez sea algún secreto oscuro y vergonzoso de él...quien sabe...
 

El caso es que ante su negativa, salieron del cuarto de motel enojados, él con justa razón, ella por la furia que la invadía al no lograr conquistarlo y retenerlo ni siquiera haciéndose la difícil tooooda la noche.

Se fueron en silencio todo el camino, luego ella le preguntó que si él por qué estaba enojado (pero qué desvergüenza, después de haberlo dejado con las ganas, ¡qué se esperaba!). Él le contesta que tenía sus razones que eran tan válidas como las de ella y que por favor se fuera olvidando de una relación formal, que él no estaba interesado por el momento, que era material para una novia formal, que cualquiera se sentiría afortunado, pero que él no tenía tiempo para eso. Lo raro es que esa "aclaración" la hizo totalmente fuera de contexto, pues su amiga ni siquiera estaba hablando de ninguna relación formal, sino de su brusquedad y su afán de utilizarla a base de mentiras (bueno...según ella, porque la verdad mi amigo lo hacia con las mejooores de las intenciones...no sé cuáles...pero sin duda las mejores...).


Fue muy amable él al hacerle saber que, a pesar de él no habérselo dado, sí era merecedora de un trato digno y de tener un novio formal, y darle la noticia de que sí era posible para ella que otro hombre la encontrara atractiva y la tomara en serio... tal vez no un doctor... tal vez no un galán como él...pero ¡claro que habría alguien! ¡Ánimo, mujer =D !...


Pero fue más lindo y generoso al decirle con toda sinceridad que no la quería para una relación seria después de cuatro meses, en los cuales ni jugó con sus sentimientos ni con sus estados de ánimo, ni la utilizó de forma egoísta, ni le mintió en absolutamente nada, mucho menos su estado civil ni le ocultó ninguna madre reclamando pensión alimenticia por la vía legal...no, no, nada de eso...al contrario...fueron cuatro meses ma-ra-vi-llo-sos.



También le dijo que lo acababa de perder, que nunca más la pensaba invitar a disfrutar de esos deliciosos encuentros sexuales para nada forzados, ya que era evidente que no eran compatibles en el sexo y a él no le gustaban esos jueguitos bobos... Bueno, no es que antes la hubiera invitado directamente a tener ningún encuentro sexual, más bien se andaba por las ramas, era  a base de engaños que mi amigo conseguía verla, pero lo hacía para que ella no se sintiera nerviosa y todo le resultara muy espontáneo... Pero de todas formas le quiso dejar claro que, como castigo a su mal comportamiento y nula disposición para darle placer, él no pensaba volverla a invitar... que la iba a invitar solamente a salir al cine, algo así...bueno, si ella aceptaba... pero que a tener sexo, ¡que ni soñara!


Pues bueno, ahí  mi amigo sí la regó un poquito porque eso fue precisamente lo que ella le venía diciendo desde la primera vez que estuvieron juntos (sexualmente hablando), que no quería una relación donde se sintiera usada y salir lastimada, que si eso era lo que quería él de ella que por favor no la llamara más. Por eso fue que mi amigo optó por crear situaciones donde aparentemente era necesario que se vieran  y ahí aprovechar para hacer su buena obra del día dándole mucho placer (es un amante experimentadísimo que conoce el cuerpo femenino a la per-fec-ción y se asegura siempre, pero siempre siempre, de que la mujer quede completamente satisfecha). 


Pero bueno el caso es que esa noche, ambos enojados, él la deja afuera de su casa, arranca el carro sin esperar que ella entre.


Bueno, pasado el tiempo, ella, su amiga, le ha reclamado una disculpa por , según ella, haberla forzado a tener sexo.


Yo no sé qué opinen los demás, pero yo, en lo personal  veo aquí a una mujer dolida, ardida porque el hombre que ella quería no le correspondió.


Ni al caso decir que se trata de sexo forzado. Primero que nada, él ya la había penetrado antes,  es decir, había marcado su territorio, esa hembra ya había sido poseída por él y por lo tanto ya no había necesidad alguna de pedirle permiso ni de saber su opinión en toda ocasión subsecuente que a él le agarrara la natural urgencia masculina de realizar el coito... a partir de la primera vez que un hombre penetra a una mujer, ésta queda ya como quien dice marcada como res y no tiene ni voz ni voto ante la decisión de él de tener sexo con ella donde él quiera, cuando él quiera...su opinión no cuenta y su papel de mujer viene siendo únicamente ponerse guapetona para poder presumirla con los compañeros de trabajo, escuchar con antención lo que le sucedió al hombre durante la semana, así como admirar con ojitos de borrego a medio morir su intelecto, buen vestir y estilo tan chic... luego abrir las piernas sin chistar, al parecer. 


Por otro lado, si él la invita a salir diciéndole que tiene ganas de verla y ella le pregunta, dudosa y desconfiada, que si lo que quiere de ella es en realidad sexo, y él le contesta que no, pero luego rompe su promesa, ella debe entender que fue su culpa, que de alguna forma lo provocó sexualmente para hacer que el pobre hombre faltara a su palabra...tal vez lo provocó al decirle que no la primera vez...o la segunda... o la décima...


También queda claro en esta historia que ella tuvo varias oportunidades de zafarse de la situación, de saltar del carro, de defenderse empujándolo con su súperpoder secreto de súperfuerza, amagarlo con su machete de bolsillo para defensa personal, etc.


Sin embargo su comportamiento fue completamente ambiguo toooda la noche. Esos "no quiero" fueron muuuy confusos, hasta yo lo podría interpretar fácilmente como un "tómame, soy tuya, te amoooo". Esos "me está doliendo" cuando mi amigo la penetraba, cualquiera los pudo haber interpretado como "sigue, así me gusta"... Entonces, ¿qué esperaba ella? ¿que mi amigo le leyera la mente??? No, eso no es posible... debió de haber sido más específica con frases más claras...  pobre de mi amigo...todo confundido...

Por culpa de mujeres como ella, que exigen disculpas nomás porque están ardidas, que envían señales equivocadas a los hombres hasta hacerlos perder la razón y luego se niegan a soltar prenda, esas que no han aprendido a leer la mente de un hombre, esas que no saben que no tienen derecho a preguntarle a un hombre si tiene planeado tener sexo, esas que no tienen el conocimiento básico de supervivencia y apareamiento humano que dice que si un varón paga la cena es obvio que le has dado luz verde para tener sexo donde sea y como sea... por culpa de ellas es que los hombres cada vez tienen más miedo de invitarnos a salir con mentiras... Por culpa de mujeres como ella  ahora las mujeres, que siempre estamos deseosas de sexo sin compromisos y además rudo, que duela, así como el las películas porno, ahora nos vemos obligadas a salir de antro en antro, emborrachándonos con nuestro propio dinero, a veces usando el dinero de la pensión alimenticia, hasta ponernos estúpidas para ver si hay algún interesado en hacernos el favorzote...


He dicho.



NOTA: Esto se trata de una sátira, evidentemente, pues fue en efecto una violación. Lo tengo que aclarar porque habrá más de unoque crea que esta historia se trata realmente de
"una mujer que se hizo la difícil", y no de sexo forzado, como realmente fue. Por tanto, aclaro: Es una historia sobre una violación y si la escribo con tono irónico es porque mi atacante niega en todo momento que lo sucedido haya sido sexo forzado... le he pedido que me de su interpretación de esa noche, que me diga paso a paso cómo sucedieron las cosas y cual es el detalle que le motiva a pensar que esa noche fue consensual.. él se ha negado a hacerlo... se limita a insistir en que yo tengo parte de la responsabilidad... yo le sigo preguntando... ¿por qué? Le dije que no quería ir... me tuvo que penetrar a la fuerza... 


Suponiendo que yo hubiera aceptado ir a ese motel (cosa que jamás sucedió pues desde el restaurante le dije que NO), y luego "me hice la difícil"... eso qué tiene que ver? Cualquier mujer tiene derecho a decir que no en cualquier instante, no firmamos ningún contrato, no estaba contratando ningún servicio, soy una persona, no un objeto. Sin embargo ni siquiera sucedió así, pues yo le dije que no desde el principio. 

¿Quién demonios es él para decidir si yo "en el fondo sí quiero"? ¿Quién es él para decidir que con "no" quise decir que "sí"? Su papel no es otro que respetar mi decisión y punto. No fue así, no la respetó, no me respetó. 


Gracias por leerme.
 

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