jueves, 11 de abril de 2013

Cómo reconocer a un Narcisista Patológico





Al principio, el brillo narcisista deslumbra, y después, ciega. Cuando el sujeto ególatra intenta seducir, recurre a dos tácticas principales: primero, da muestras de poder, elegancia y aristocracia, y segundo, se comporta de una manera totalmente opuesta a lo que realmente es: humilde, sensible y dispuesto al crecimiento personal.
Sin embargo, no todo puede camuflarse, existen pequeños detalles, gestos o comentarios que indican claramente que tanta maravilla es sospechosa. El impulso del ego por lucirse es tan grande que tenerlo oculto es prácticamente imposible. Algunas de las siguientes pautas permiten reconocer a una persona narcisista antes de ser atrapado o atrapada por «su encanto»:

• Parece que escucha cuando le hablas, pero su mente está secuestrada por el ego.
Puedes verificar si ha captando la información después de un rato: vuelve a comentar lo mismo y es muy probable que no recuerde si ya se lo habías dicho antes. Y no es falta de memoria, sino de atención.
• La mayoría de las conversaciones tienden a canalizarse hacia su propia persona: su historia, su familia, sus logros, su trabajo o lo que sea. No pienses que se trata de una comunicación abierta o que le inspiras confianza, es puro egocentrismo amañado
• Cuando lo contradigas o muestres tu desacuerdo frente a algunas de sus opiniones, no podrá disimular su desconcierto e incomodidad. Pondrá su mejor cara amable, pero en su interior se sentirá indignado o indignada. Algo podrás detectar.
• Exhibirá las marcas cada vez que pueda: ropa, reloj, joyas, zapatos y cosas por el estilo: querrá dejar claro que tiene un excelente gusto y un mejor glamour.
• Nunca dirá «no sé». Saca el tema que quieras y tendrás a una persona erudita delante.
• Expresiones tales como : 'lo siento' 'disculpa' 'me equivoqué' 'tienes razón' no están en su vocabulario ni en su mente.
• La táctica preferida será endulzarte el «yo» y los oídos. Te dirá exactamente lo que te gustaría que te dijeran, porque son muy sagaces para descubrir los puntos débiles del otro.
• A veces se les escapa el trato inadecuado, brusco o descortés hacia otras personas. La costumbre delata. En estos casos, el hábito sí hace al monje o a la monja. La persona clasista no puede dejar de serlo. Mostrará un especial interés por tus amistades importantes y con estatus.
• Tratará de saltarse las reglas, desde el primer momento, y mostrará cierta ira mal disimulada cuando deba seguir pautas de conducta impuestas desde fuera.
• Frase clásica de un narcisista : ' Nunca encontrarás alguien mejor que YO' 

¿Podemos relacionarnos saludablemente con una persona narcisista?
Abrirse a la realidad del otro y tratar de comprenderlo es una condición fundamental para construir un buen vínculo afectivo. No puede haber amor si el egoísmo manda, y no puede existir una comunicación eficaz si hay egocentrismo.
Al aceptar la supuesta magnificencia de tu pareja, minimizarás tu ser poco a poco, y tu autoestima penderá de un hilo. ¿Qué opción queda? Que el narcisista decida producir una transformación radical en su vida y ser más generoso y humilde. Una revolución interior que no todos están dispuestos a emprender y que muy pocos logran.
Estrategias de supervivencia afectivas
 Para relacionarse con un estilo narcisista-egocéntrico, la mayoría de las personas recurren a dos estrategias básicas: adorar a la pareja sobre todas las cosas o bajarla del pedestal y humanizarla. Ambas tienen consecuencias complicadas de manejar.
Reconocer la «supremacía» del narcisista y rendirle honores
 Para seguir esta estrategia hay que hacer de tripas corazón y guardarse el orgullo en el bolsillo. La idea es adaptarse de una manera radical al narcisismo de la pareja para que todo sea color de rosa.
Esto implica aceptar sinceramente la supremacía del otro y autoconvencerse de que somos afortunados de tener una pareja que se sale de lo normal. Las personas que se deciden por esta opción asumen una actitud sumisa y complaciente en extremo. Los comportamientos más representativos de esta actitud son:

• Adoptar una posición subordinada para que la grandiosidad de la pareja no se vea alterada.
• Mostrar una admiración constante (elogios, halagos, adulaciones y refuerzos).
• Aceptar las pocas manifestaciones de amor, si es que las hay, porque «ésa es su manera de ser» y hay que respetarla.
• Mantener un perfil bajo para no competir con la pareja.
• Lo ideal es concentrarse y disfrutar de los logros del narcisista y olvidarse de uno mismo.
• Si se les señala alguna falla o error debe hacerse con absoluta delicadeza y diplomacia, la asertividad está prohibida porque son muy sensibles.
• Contribuir a su buena imagen con todas las herramientas posibles.
• Dejarse manipular a veces, para evitar discusiones.
• Es importante crear una «resistencia a la indiferencia». Este callo se va logrando a través de los años, con bastante esfuerzo y trabajo.

¿Qué opinas? ¿Estás dispuesta a decidirte por esta línea blanda? ¿Posees el don de la paciencia y la mansedumbre necesaria? Algunas personas se sienten orgullosas de poder servir al ego de su pareja y de fortalecerlo hasta reventar. En este sentido, una mujer comentaba: «Cuanto más importante sea él, más grande seré yo». Una curiosa forma de grandiosidad idólatra: el camino inequívoco de la completa destrucción de tu Autoestima.

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